Son muchas y muy variadas las supersticiones que envuelven el día de la boda, llevar huevos a Santa Clara, que el novio no vea a la novia antes de la ceremonia o descartar las perlas a la hora de elegir las joyas. Todas provienen de alguna antigua tradición y tienen un significado que os desvelamos a continuación. En vuestra mano está creer en ello o no…
Las perlas. A pesar de ser una de las joyas que mejor combinan con el look de la novia, el mito dice que son como lágrimas y que lucirlas el día de la boda traerá llanto al matrimonio.
Huevos a Santa Clara. Esta es una tradición muy seguida en España que consiste en llevar unas semanas antes del enlace una docena de huevos al convento de las Clarisas para pedir a la santa que haga buen tiempo el día de la boda. Pero lo cierto es que el clima es algo del todo impredecible y si seguir esta costumbre no os resulta, no os preocupéis, ya sabéis aquello de “novia lluviosa, novia dichosa”.
El novio no debe ver a la novia antes de la ceremonia. Una tradición que data de la época en la que los matrimonios se realizaban por conveniencia. ¿Su objetivo? Evitar que el novio pudiera arrepentirse y echarse atrás antes de tiempo. Para respetar la tradición, en La Masía Les Casotes disponemos de dos estancias reservadas: la habitación de la novia y la habitación del novio.
Algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul. Esta superstición también cuenta con numerosas seguidoras, sobre todo por lo fácil que resulta cumplirla. Lo nuevo -que normalmente suele ser el vestido y los zapatos- significa el futuro del matrimonio; lo viejo se relaciona con la amistad y puede ser algo que una amiga felizmente casada regala a la novia para pasarle su suerte. Lo prestado suele ser una joya de la familia y lo azul se usa como símbolo de la fidelidad.
Información sobre las fotografías:
Fotógrafo, Isaac Isidro; escenografía, Mª Jose Agost para El Laboratorio Imaginario en La Masía Les Casotes. Vestido de ella, Higinio Mateu; vestido de él, Paco Roca; joyas, Joyería Font.