El afán y el deseo de un comerciante conocido como El Mercader, hicieron germinar, allá por el último tercio del siglo XVIII, las primeras piedras de lo que iba a ser una nueva población en los contornos del municipio de Castellón. Piedras, que perduraron hasta nuestros días en una vivienda señorial y una pequeña capilla.
Tras un largo tiempo de olvido, Les Casotes recuperó su valor. A finales de los 80, un respetuoso trabajo de restauración y un elegante cuidado en reproducir los materiales con las técnicas antiguas, lograron darle vida a la ilusión del “Mercader”.
de patrimonio histórico artístico de Castellón de la Plana como edificio
y entorno de máximo interés.
Inmersa en la naturaleza, rodeada de naranjos y perfume de azahar, la masía abre sus puertas y nos da la bienvenida a un magnifico patio interior rodeado de verdes jardines, rincones con encanto y vistas espectaculares desde el mirador de la rambla.
Magia y alma unidas. Calidez, acogida, armonía, elegancia, estilo, alegría y libertad; sensaciones y sentimientos que nos acompañan en un entorno único y emotivo. Este es el testimonio, la historia de un sueño, el de la Masia Les Casotes y quien sabe, quizá también el tuyo.