Realmente una boda empieza cuando la novia se despierta. Quizá no ha dormido demasiado bien, y corre a ponerse una crema para que no se noten las bolsas bajo sus ojos. Esta nerviosa, ilusionada y posiblemente algo preocupada por cómo va a salir todo. Necesita estar al lado de las que mejor le entienden: su madre, su hermana, sus amigas…
Necesita un espacio en el que se sienta protegida y despreocupada, donde todo este bonito y ordenado, y pueda hacerse las fotografías que quiera…
Poner algo de música, romántica, Alejandro Sanz, que le recuerda a sus años de adolescente, Miguel Bosé para canta aquello de «seré tu amante bandido…» y reírse con las allí presentes mientras la están maquillando.
Disfrutar de los consejos de aquella que tiene más experiencia, que le ha visto nacer, crecer, llorar y reír, sufrir de amor, y enamorarse de nuevo. La que con dedos temblorosos abrocha los botones del vestido de novia, de su niña, que se casa.
Comienza a escucharse ruido, empiezan a llegar los invitados. Entre unas cosas y todas van abandonando la Habitación de la Novia, y es en ese momento, justo cuando se queda la novia sola frente al espejo, es consciente de que ya nada va a ser lo mismo, porque va a ser mucho mejor.
En la Masía les Casotes queremos que tú también vivas esos momentos con toda la comodidad y confort que te aporta un espacio como éste, La Habitación de la Novia.
Aquí podrás prepararte, maquillarte y vestirte junto con las personas más especiales para ti. Vivir esta experiencia inolvidable, en un lugar como éste. De ambiente cálido y rústico, romántico y sofisticado, con cómodos muebles y mucha luz natural, gracias a sus ventanales.
Sentirte única, especial. Recibir una atención de lujo en un lugar inmejorable, La Habitación de la Novia de La Masía les Casotes.