Son muchas parejas las que deciden casarse los últimos meses del año, y esto no es una casualidad. La temporada otoñal es considerada la más íntima y emocional para celebrar un enlace, y desde La Masía de les Casotes no podemos estar más de acuerdo.
El clima se vuelve más suave, la luz adquiere un tono dorado que envuelve cada instante y el ambiente se siente acogedor. Esa combinación convierte cada momento en algo cercano, romántico y lleno de alma. Una boda en esta época del año invita a disfrutar sin prisas, a dejarse llevar por la calidez y a vivir una celebración donde las emociones están más flor de piel que nunca.
Casarse en otoño es regalarse la oportunidad de celebrar en un escenario que invita a compartir, al contacto y a la conexión entre las personas. Es el momento perfecto para empezar una nueva etapa de vida juntos, rodeados de naturaleza.
Marcos Amuedo
Cómo sacar partido a la luz y al entorno natural
El otoño es un regalo para la fotografía. Los tonos ocres, burdeos y dorados del paisaje crean un telón de fondo perfecto, mientras que la luz más baja y suave realza cada detalle. Los atardeceres permiten capturar instantes únicos en esa “hora dorada” que tiñe las fotos.
Tanto en exteriores como en interiores, la luz favorece escenas con carácter y profundidad. Por eso, elegir espacios rodeados de vegetación en tonos cálidos o con imponentes ventanales que permitan que esa luz natural se cuele en cada rincón es clave para conseguir fotografías que transmitan no solo la belleza del momento, sino también la emoción de vivirlo.
En esta época del año, cada detalle se convierte en un aliado para el recuerdo y forma parte de un escenario único que dará a vuestras fotos un carácter auténtico e irrepetible.
Diego de Rando
Rincones con alma, espacios que brillan en otoño
El otoño transforma los espacios y les da un encanto especial. Una ceremonia entre árboles, un aperitivo al aire libre con las hojas cayendo suavemente o un salón decorado con luces cálidas son escenarios que transmiten emoción sin necesidad de artificios.
En esta estación, los detalles cobran aún más protagonismo: nuestra pérgola rodeada de vegetación, un seating plan con toques de madera y tonos terracota en la fachada de nuestra ermita o una mesa de firmas con flores secas. Todo respira autenticidad y cercanía.
Son esos pequeños gestos los que convierten cada uno de nuestros espacios en un rincón con alma, pensado para que tanto vosotros como vuestros invitados os sintáis en casa, acogidos por nuestros entornos. Imaginad cómo se transforma una mesa exterior bajo un árbol iluminado con guirnaldas, o cómo un sencillo rincón de pétalos adquiere un aire romántico cuando se decora con frutos de temporada.
Diego de Rando
Espacios versátiles para bodas sin imprevistos
Sabemos que, cuando se piensa en una boda de otoño, muchas parejas temen la posibilidad de la lluvia. Pero lo cierto es que esta estación también ofrece seguridad y versatilidad. Los espacios interiores, como nuestra Masía, se transforma en un escenario igual de cálido y cuidado que nuestros exteriores: mesas vestidas con mimo, luces que crean atmósferas íntimas o arreglos florales que llenan de vida cada rincón.
Contar con salones acristalados o zonas permite adaptarse a cualquier imprevisto sin perder un ápice de encanto. Y esa tranquilidad de saber que, pase lo que pase, vuestra boda se vivirá con la misma belleza y cuidado, es algo que aporta confianza y os permitirá disfrutar plenamente de vuestro gran día.
En La Masía Les Casotes cuidamos cada detalle, de manera que no solo os aseguramos un plan alternativo, sino que también os garantizamos que ese plan será igual de especial. Así, podéis entregaros al disfrute sabiendo que el otoño estará de vuestro lado, tanto si el sol brilla como si la lluvia decide ser testigo de vuestra historia.
Si estáis buscando un entorno que potencie todo lo que esta época tiene para ofrecer, estaremos encantados de acompañaros en la creación de una boda que os emocione tanto a vosotros como a vuestros invitados.
¿Os imagináis ya vuestra historia rodeada de colores otoñales y rincones acogedores?
Antonio García